En cuanto a la estética desde una visión nietzscheana, se mantiene la polémica de lo feo y lo bonito en términos simples y complejos al mismo tiempo, porque no puede existir uno sin el otro, sin la totalidad que viene a ser lo sublime (Abraxas) sensiblemente objetivado por el Pleroma de Jung, somos víctimas de los Pares Opuestos. Lo feo existe en virtud de lo bello y la grandeza de la belleza es la sublimidad por su carácter maligno y siniestro de fealdad.
jueves, 14 de mayo de 2009
La casa sobre el edificio
En cuanto a la estética desde una visión nietzscheana, se mantiene la polémica de lo feo y lo bonito en términos simples y complejos al mismo tiempo, porque no puede existir uno sin el otro, sin la totalidad que viene a ser lo sublime (Abraxas) sensiblemente objetivado por el Pleroma de Jung, somos víctimas de los Pares Opuestos. Lo feo existe en virtud de lo bello y la grandeza de la belleza es la sublimidad por su carácter maligno y siniestro de fealdad.
domingo, 10 de mayo de 2009
Y quién es la CHOLA?
A partir de factores histórico-políticos, se traslada a la ciudad por necesidades económicas, toma el rol de comerciante, se conecta a la realidad moderna y contemporánea de lo urbano, adquiere por interculturalidad articulada nuevos cánones, patrones estéticos y elementos que la distinguen dentro de la sociedad; ejerce su gusto, disposición espacial, forma de vida.
Se debe superar el paradigma de cholo como personaje desclasado, sin gusto propio, sin pasado y sin futuro; la chola no es un “tipo popular” o un “actor” que pueda ser clasificado en términos sociales y políticos, incluso económicos si nos referimos a “burguesía aymara”; es la mujer intermediaria, empresaria, comerciante, dirigente social que garantiza la estética cultural local.
1 Cholo.- Basado en referencias históricas, el uso del término estuvo restringido a rótulos raciales. Los conquistadores españoles decían cholo cuando se referían a la población aborigen amerindia y mestiza. Deviene del español “chulo”, individuo del pueblo bajo de Madrid, ayudante de torero, o castizo madrileño que baila chotis en la fiesta de San Isidro.
A principios del S. XX en varios países de América Latina se produce una masiva migración campo-ciudad, miles de campesinos e indígenas dejan el campo improductivo y llegan a las ciudades buscando educación, “progreso” y asimilación a la modernidad. Este proceso llamado por académicos como "cholificación", determina al cholo como persona de sangre mixta o mestiza, o también de rasgos amerindios que adopta la cultura urbana.
En los países de Sudamérica, adquiere diferentes connotaciones, en Perú es un referente social unificador. En Ecuador, Colombia y Chile tiene una connotación despectiva, es la persona de ascendencia indígena, nivel educativo bajo, malas costumbres, mal vestir, con todos los prejuicios raciales y de clase que conlleva, identificando a inmigrantes peruanos y bolivianos.
En México y Estados Unidos tiene otras implicancias de raza y status cultural y social, adoptada en California en los años sesenta por jóvenes que seguían la tradición “pachuca” o el “chicano style”, emigrantes mexicanos de clase social baja, asociado con pandillas.
lunes, 4 de mayo de 2009
ESTÉTICA CHOLA. "Moda y Catchascan"
La faceta de la chola, tendrá que analizarse desde una estética real, limítrofe y fronteriza por su misma condición sociocultural.
Tenemos que leer y aprender antes que opinar acerca de lo bello y lo feo.
Comprender la interculturalidad no se trata de ver desde la posición del otro, o del mismo, sino se trata de estar en el límite y crear el "ambiente" significante.
sábado, 16 de febrero de 2008
Estética Chola.
Con el tratado de la Carta 01.8525.08 Estética de la Arquitectura Chola, se procede a hipótesis comparativas del MAE para analizar fenómenos estéticos en la ciudad de modo objetivo, con resultados tangibles, teórico-prácticos y no simple distinción de gustos.
Al fin, los constructores de Ciudad son las personas, esa sociedad de energías que materializan espacios y cultura, no es reflejo de diseñadores, arquitectos y urbanistas, mucho menos entidades municipales.
La calle Buenos Aires en la Ladera Oeste de La Paz es uno de los sectores más representativos de la ciudad no solo por su historicidad, su habitabilidad y dinámica actual, sino también por su valor comercial 800U$/m2; tiene similitud con la calle Montenegro en San Miguel Zona Sur, donde se repite el mismo fenómeno, al igual que el valor comercial, y ambas presentan semejanzas en cuanto éxito social, arquitectónico y espacial público.
Se deja libre y abierto el MAE para analizar estos fenómenos de la ciudad no solo en La Paz, sino en cualquier otra en la cual sea necesario un Modelo de Análisis Estético en cuanto Práctica Arquitectónica, Urbana y Social.
lunes, 28 de enero de 2008
MAE: Modelo de Análisis Estético
En septiembre del 2007, se registra un análisis y relevamiento, tomando el área de intervención, cuyo resultado refleja el incremento de constantes populares en la metodología del MAE.
La Calle Tumusla es la más representativa de la aplicación del MAE, cuyas fachadas oscilaban entre ponderadas de 4.55 a 5.00; el 2007 la relectura de esta calle por el cambio constante, dinámica y construcción cotidiana de la ciudad, permite constatar por la práctica arquitectónica/urbana/social; en sólo meses, un crecimiento del promedio de popularidad de 4.00 a 4.58 respectivamente.
lunes, 14 de enero de 2008
Estética popular / Estética de la frontera
domingo, 13 de enero de 2008
Fenómenos estéticos particulares
En la ciudad de El Alto, se incrementa el interés por parte de artistas, arquitectos, críticos, antropólogos, etc. A partir de que se comienza la construcción progresiva de iglesias en El Alto, éstas responden desde mi punto de vista más que a lenguajes, símbolos, códigos o críticas por expertos.
Vemos por ejemplo en una iglesia una fuga de formas, colores propios, estilos, en un lugar semejante a un retablo está la imagen de algún santo y a sus pies el E’keko (Dios de la abundancia), ch’allado y bendecido.
Los cuadros ya no reflejan el oscuro de pinturas de santos, o de Cristo crucificado, al contrario son paisajes propios donde se valora al hombre campesino, a la mujer indígena que en medio de las montañas y con la memoria del hombre tiwanacota e incaico, con báculos y recuerdos de tiempos pasados, se abre el cielo, por éste aparece Dios, que al mismo tiempo es el sol Inti de nuestra creencia.
Entramos a iglesias disfrazados de diablos, con máscaras y adornos paganos, de rodillas y con devoción a la virgen.
Salimos de la iglesia a festejar la compra de algo y ch’allamos a la Pachamama, con un vaso de cerveza, en la que un cura sale y bendice nuestros autos llenos de mixtura, y serpentina, rociados de alcohol, humos, incienso y cerveza, tenemos más fe en la Virgen de Copacabana que en una compañía aseguradora de automóviles.
Es que esa es la cultura que nos distingue como seres híbridos y sincréticos, capaces de mantener lo nuestro por más de 500 años, pero además de incluir paradigmas como el catolicismo, vivimos en un mundo actual de oferta y demanda, pero no hemos perdido la yapa, el trueque, el ayni.
Creamos nuevos territorios fronterizos, porque somos seres sin miedo, no tememos a las revoluciones, sacamos gobiernos que no respetan nuestros derechos, no tememos al futuro ni a los críticos que hablan de estética porque se llenan de arte y viven en museos o estudios; cuando el arte está en las calles, en la cotidianidad, se reconoce esa modernidad limpia y pura, pero también se debe reconocer esa modernidad popular, propia, con mayor valor estético y expresión sociocultural.