lunes, 28 de enero de 2008

MAE: Modelo de Análisis Estético

La Tesis para Licenciatura realizada durante el 2006; está siendo actualmente enriquecida con varias dimensiones y fenómenos teórico-prácticos, tomando en cuenta valores artísticos, sociales, urbano-territoriales, arquitectónicos, etc.

En septiembre del 2007, se registra un análisis y relevamiento, tomando el área de intervención, cuyo resultado refleja el incremento de constantes populares en la metodología del MAE.

La Calle Tumusla es la más representativa de la aplicación del MAE, cuyas fachadas oscilaban entre ponderadas de 4.55 a 5.00; el 2007 la relectura de esta calle por el cambio constante, dinámica y construcción cotidiana de la ciudad, permite constatar por la práctica arquitectónica/urbana/social; en sólo meses, un crecimiento del promedio de popularidad de 4.00 a 4.58 respectivamente.



Se ha evidenciado la variabilidad terminológica de arquitectura popular como arquitectura chola a partir de la Carta 01.8325.08 Estética de la Arquitectura Chola.

lunes, 14 de enero de 2008

Estética popular / Estética de la frontera

Les presento la introducción de un ensayo sobre fronteras.

Qué hubiera pasado si la torre de babel no se hubiera desmoronado, estaríamos hablando de postmodernidad, globalización y teoría de fronteras?.

Es a partir de la diferenciación tanto en lenguaje, modo de habitar y construir espacios, en la expresión misma de la cultura, que la sociedad demarca semejanzas y diferencias, lo cual provoca, como veremos a continuación una teoría compleja de fronteras desde lo histórico, conceptual, social, arquitectónico, artístico, territorial, etc.

El hombre es el ser fronterizo que no tienen ninguna frontera y que las tiene todas, la delimitación informe se torna en una configuración, la delimitabilidad encuentra su sentido y su dignidad por primera vez en aquello que la movilidad de la puerta hace perceptible: en la posibilidad de salirse a cada instante de esa delimitación hacia la libertad.

En los fenómenos culturales contemporáneos, procesos de globalización y planetarización, que acaban por homogeneizar y por ende universalizar normas de comportamiento y formas de interacción entre humanos; es cuando se despliegan otras formas de singularización y sociabilidad distintas, se profundizan las diferencias e identidades, esa multiplicidad de micro relaciones de la vida privada como colectiva, son fruto de individualidades que terminan por constituir esa generalidad que les da sentido.

Estamos habitando el mundo de desmadredad, destrucción de espacios y lógicas espaciales, por cuanto es imprescindible que afrontemos el fenómeno del espacio sintomático y sinecdóctico de mega-ciudad como puente híbrido entre América Latina, Asia, Europa y América Anglo como el nuevo desorden mundial.

El mundo moderno exige a través del mercado el principio de exclusividad, vale decir que el hombre es segregacionista por excelencia, en lo sociocultural, económico, artístico.

Nunca se había producido una aceleración de interrelaciones culturales tal como se vive en las ciudades actuales, donde las fronteras se multiplican, pero son tan lábiles y movedizas que es completamente imposible no traspasarlas continuamente.

domingo, 13 de enero de 2008

Fenómenos estéticos particulares



En la ciudad de El Alto, se incrementa el interés por parte de artistas, arquitectos, críticos, antropólogos, etc. A partir de que se comienza la construcción progresiva de iglesias en El Alto, éstas responden desde mi punto de vista más que a lenguajes, símbolos, códigos o críticas por expertos.

Vemos por ejemplo en una iglesia una fuga de formas, colores propios, estilos, en un lugar semejante a un retablo está la imagen de algún santo y a sus pies el E’keko (Dios de la abundancia), ch’allado y bendecido.

Los cuadros ya no reflejan el oscuro de pinturas de santos, o de Cristo crucificado, al contrario son paisajes propios donde se valora al hombre campesino, a la mujer indígena que en medio de las montañas y con la memoria del hombre tiwanacota e incaico, con báculos y recuerdos de tiempos pasados, se abre el cielo, por éste aparece Dios, que al mismo tiempo es el sol Inti de nuestra creencia.

Entramos a iglesias disfrazados de diablos, con máscaras y adornos paganos, de rodillas y con devoción a la virgen.

Salimos de la iglesia a festejar la compra de algo y ch’allamos a la Pachamama, con un vaso de cerveza, en la que un cura sale y bendice nuestros autos llenos de mixtura, y serpentina, rociados de alcohol, humos, incienso y cerveza, tenemos más fe en la Virgen de Copacabana que en una compañía aseguradora de automóviles.

Es que esa es la cultura que nos distingue como seres híbridos y sincréticos, capaces de mantener lo nuestro por más de 500 años, pero además de incluir paradigmas como el catolicismo, vivimos en un mundo actual de oferta y demanda, pero no hemos perdido la yapa, el trueque, el ayni.

Creamos nuevos territorios fronterizos, porque somos seres sin miedo, no tememos a las revoluciones, sacamos gobiernos que no respetan nuestros derechos, no tememos al futuro ni a los críticos que hablan de estética porque se llenan de arte y viven en museos o estudios; cuando el arte está en las calles, en la cotidianidad, se reconoce esa modernidad limpia y pura, pero también se debe reconocer esa modernidad popular, propia, con mayor valor estético y expresión sociocultural.